lunes, 7 de febrero de 2011

Amor Secreto [Capitulo 3]


Llegando a Italia, Elisa y Gustav parecían que iban solos hacia el hotel, platicaban y bromeaban entre ellos sobre el incidente en el hotel de España y no tomaban en cuenta a los gemelos, Georg o a su padre, parecía que no había nadie a su alrededor, Tom y Bill miraban con recelo a Gustav, y no precisamente porque Elisa fuera una chica linda, pero si famosa.

Tom pensaba: -¿Gustav? Ja!... no tardará en aburrirse, pero no debo ser cruel, creo que nunca ha tenido amigas en serio.- Tom siguió analizando la situación durante el trayecto.

-¿Cuando se habrán conocido, se gustaran? No puedo permitir que Gustav aproveche esta situación debo hacer algo, si alguien tiene que salir en las revistas soy yo, o Tom, pero ¡Blah! Tom como puede rebasar lo que soy- Bill miró a Tom mientras recostaba la cabeza y miraba el paisaje desde la ventanilla de la camioneta. 

En cuanto llegaron al hotel había muchos fans que aventaban regalos, peluches, cartas. Y Elisa tomaba los presentes con cariño de sus fans que eran alrededor de 20, mientras que miraba como los otros chicos pasaban de largo cuando algunas de las Fans gritaban hacia ellos, ella pensaba que era porque venían con su padre o con ella, pero no le dio importancia, Elisa aun no sabía con quien viajaba, no sabía que estaba con una banda importante en Europa. En cuanto llegaron al hotel, Elisa y Gustav, tomaron el asesor y se dirigieron a la habitación de Ella.

-Ammm, ¿sabes? Me gustó mucho haberte conocido en este viaje.- Dijo Elisa dejando unas maletas sobre la cama.

-A mi igual, nunca platico con nadie que no sea mi mamá cuando salgo de gira con la banda-  Contestó Gustav.

-¿De gira con la banda?- Elisa no entendía.

-Sí, ¿Que no te había dicho tu papá quienes somos?- Dijo Gustav dejando un peluche  que los fans le regalaron a Elisa en el aeropuerto sobre la cama.

-No, pensé que tú eras como el asistente, alguien de ahí, jamás pensé que tú eras… rockstar.- Elisa dejó su bolsa de mano y dijo: -Pues bien cuéntame, ¿Cómo se conocieron, cuánto tiempo llevan juntos, que tocan?...Porque imagino que los chicos con los que veníamos son de la banda ¿no?, y…, esto es interesante, tanto tiempo y … yo… no lo sabía, y no me contaste ¡heee! - Inmediatamente Gustav la interrumpió.

-Tokio Hotel, te lo iba a decir pero estuvo mejor así, mucha gente a tu alrededor solo te busca por la fama, y creo que conocerte así fue la mejor manera.- La plática seguía y ya había pasado cerca de una hora y Gustav ya le había contado toda la historia sobre Tokio Hotel.
-Y bueno ya sabes lo esencial de nosotros, ahora tu cuéntame ¿qué harás en Italia?- Gustav se acomodaba en  la cama.

-Yo me voy en unos días, ya estoy mejor, descansé lo suficiente, ya estoy mejor de salud y con lo que platiqué con mi hermano, necesitamos apurarnos a dar una gira por Europa…  es por eso que me voy en una semana.- Dijo Elisa mientras agachaba la cabeza.

-¿E-en serio?, pensé que te quedarías todo el tiempo que restaba de nuestra gira.- Gustav estaba un poco deprimido por la noticia.

-No, es mucho tiempo, no aguantaría las ganas de volver a ver a mi público. Pero no te pongas así, es bueno haber encontrado a un amigo aquí, puedes darme tu número y seguir en contacto ¿no crees?- Y Elisa le daba unas palmaditas en la espalda a Gustav que se encontraba sentado a la orilla de la cama.

-Sí, seguro- Contesto Gustav un poco resentido.

-¿Qué te parece si cada fin de semana hacemos videollamadas y me mandas correos y nos hablamos de vez en cuando?- Dijo Elisa levantándose de la cama e hincándose cerca frente a Gustav que tenia la mirada en el piso, ella buscaba su mirada, lo vio triste y desanimado, en seguida puso sus manos en sus rodillas, después preguntó: -¿Gus?- en un tono bajo, se acercó más a él, puso sus manos en la cintura de Gustav, se acercó más y luego recorrió su espalda para darle un cariñoso y afectuoso abrazo, Gustav le correspondió y apoyo su cabeza en su hombro.

-Te extrañaré mucho, como no tienes una idea, eres como mi… confidente aquí, contigo me desconecto de este estrés- Gustav estaba a punto de derramar una lagrima pero se contuvo.
-Te quiero mucho Gus- Le susurró al oído.

-Y yo a ti como no tienes una idea- dijo Gustav abrazándola, como aferrándose con más fuerza de su cuerpo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario